Músicas de más acá y más allá

domingo, 21 de marzo de 2010

De titiriteros por el mundo


"El Soberano dueño del Universo no tiene necesidad de numerosos ministros, ni de resortes para dirigir todas las partes de su inmenso imperio. Le basta un acto de su voluntad: de la misma manera, esos que manejan los títeres no tienen más que tirar de un hilo, para poner en movimiento la cabeza o la mano de esos pequeños seres, después sus hombros, sus ojos, y algunas veces todas las partes de su persona, que obedecen pronto con gracia y medida". Así atestigua Aristóteles la presencia de títeres en la época griega.

Durante la edad media se dice que fue la iglesia quien daba vida a los títeres en Europa haciendo representaciones bíblicas y leyendas de santos. Más tarde saldría del dominio religioso para popularizarse. Durante las representaciones el público solía intervenir viéndose obligado el titiritero a improvisar y apartarse del argumento.

La influencia del mundo titiritero llega hasta escritores como Goethe, quien dice que su obra Fausto le fue revelada por unos titiriteros de la feria de Francfort, así como también dispone de 3 dramas con el título genérico de Teatro moral y de marionetas recién abierto.

En España, remontándonos al s. XVI podemos leer, cuando don Quijote le pregunta a Ginés de Pasamonte, en su venta, quién ese tal Maese Pedro: "Éste es un famoso titiritero que ha muchos días que anda por esta Mancha de Aragón, enseñando un retablo de la libertad de Melisendra, dada por el famoso Don Gaiferos, que es una de las mejores y más representadas historias que de muchos años a esta parte en este reino se han visto. Trae asimismo consigo un mono de la más rara habilidad que se vio entre monos (...) Se cree que el tal Maese Pedro está riquísimo y es hombre galante (como dicen en Italia) y bon compaño, y dase la mejor vida del mundo; habla más que seis y bebe más que doce, todo a costa de su lengua, de su mono y de su retablo."
Ya en el s. XX, Valle-Inclán en 1910 escribió para marionetas unas obras en que ciertos personajes eran satirizados y presentados como esperpentos. Se representó la obra La cabeza del dragón y años más tarde, en 1926, Tablado de marionetas.

El origen de la palabra lo podemos rastrear en la Península Ibérica donde Sebastián de Covarrubias, en el Tesoro de la Lengua Castellana, dice: "Ciertas figurillas que suelen traer extranjeros en unos retablos que, mostrando tan solamente el cuerpo de ellos, los gobiernan como si ellos mismos se moviesen y los maestros que están dentro, detrás de un repostero y de un castillo que tienen de madera, están silbando con unos pitos que parece hablar las mismas figuras, y porque el pito suena ti-ti, se llamaron títeres, y puede ser griego, del verbo tytise, que indica el gorjear de las aves. Hay otra manera de títeres, que con ciertas ruedas como de reloj, tirándoles las cuerdas van haciendo sobre una mesa ciertos movimientos que parecen personas animadas, y el maestro los trae tan ajustados que en llegando al borde de la mesa dan la vuelta, caminando hasta el lugar de done salieron. Algunos van tañendo un laúd, moviendo la cabeza y meneando las niñas de los ojos, y todo esto lo hace con la ruedas y la cuerdas." Y termina diciendo "que fue una invención de Joanelo, gran matemático y segundo de Arquímedes; sin embargo hubo en los pasados siglos esa invención, como lo atestigua Horacio en el libro II".

Cuando Bohemia vivía bajo la dominación de los Habsburgos, un titiritero, Matej Kopecky, se sirvió de los títeres para despertar la conciencia de su pueblo. Hacía representaciones en checo, lengua que apenas entendían los opresores de su patria. Episodios de años felices, cuando Bohemia era libre y tenía sus reyes. Este titiritero —a quien llamaron el patriarca de los títeres— es hoy una gloria nacional. Murió en 1847 y dejó veinte hijos que continuaron divulgando el arte de su padre. Más tarde, los muñecos de Juan Lastovka fueron, en 1848, portavoces de la revolución. Y más tarde José Skupa y su teatro de marionetas colaboraron en la guerra de 1914. Representaba la obra Cómo Kasparek de Pilsen entierra a los austríacos. Una vez terminada la guerra colocaron una placa en la casa donde nació el titiritero.

José Skupa sostuvo con los ingresos de su teatro de títeres un sanatorio para niños convalecientes. En el año 1920 creó un muñeco hoy muy popular, no sólo en Checoslovaquia sino también en toda Europa y Norteamérica. Se llama Spejbl y, desde 1926, le acompaña su hijo Hurvinek, otra creación de Skupa. Skupa seria profesor de dibujo del posterior animador Jiří Trnka.

Hoy en Praga podemos ver multitud de representaciones de títeres así como también del llamado teatro negro, cuyos materias primas fundamentales son, tubos de luz negra, tela negra para ocultar la estructura del escenario, pintura fluorescente, pintura mate al agua de color negro, material audiovisual, claro está que también marionetas o dibujos con materiales de desecho, etc. El teatro negro da pie a la creación de un mundo mágico donde la imaginación parece no tener límites.

Entre la multitud de tiendas de souvenirs que invaden Praga podemos encontrar aquellas dedicadas a títeres, cuyos precios van de los 15 euros en adelante. Tiendas regentadas por sus propios creadores cuyo taller suele estar adjunto a dicha tienda. Los títeres suelen ser da gran belleza, encontramos a; toreros, obispos, don quijotes y sanchos, brujas, duendes, dragones de tres cabezas, duendes haciendo equilibrio sobre una rueda, trompetistas, marionetas acostadas en sus camas, etc.

Pero toda esta tradición de títeres y teatro negro en Praga y en general en la República Checa si expande al séptimo arte también. En España ya conocimos en los años 80 la famosa Linterna mágica, originaria de creadores Checoslovacos. Entre los cineastas más importantes de animación podemos encontrar a dos, Karel Zeman y Jiří Trnka, donde la influencia de los títeres es patente en sus animaciones.
Los primeros pasos de lo que con el tiempo se convertiría en la escuela checa de cine de animación se dieron a mediados de los años 1930, cuando la directora Hermina Tyrlova, con recursos mínimos, creó los primeros cortos de ese género cinematográfico, algunos de ellos dedicados a fines publicitarios.
La naciente industria checa del cine animado se adormiló durante la ocupación nazi; pero, concluida la segunda guerra mundial, se fundó el primer estudio estatal de dibujos animados checoslovaco, llamado Batri v trikuy ( La Hermandad del Truco), anexo a los estudios Barrandov. Allí, una veintena de animadores comienzan a producir obras que se inspiraban principalmente en cuentos y fábulas de la tradición oral.
En colaboración con Týrlova, Zeman realizó la película Vánoční sen ("El sueño de Navidad", 1943), que en 1946 obtendría el premio a la mejor película de animación en el Festival de Cannes, lo que le proporcionó un gran prestigio.

Jiří Trnka, además de por su extensa carrera como ilustrador, especialmente de libros infantiles, es conocido sobre todo por su trabajo en la animación con marionetas, que inició en 1946. Fue premiado en el primer Festival de Cannes; Pérák a SS (El saltador y los hombres de las SS, 1946), una película antinazi. Para sus películas con marionetas comenzó a experimentar con la ayuda de Břetislav Pojar, titiritero y también cineasta checo.
La mano es una sobrecogedora alegoría política sobre las prácticas coercitivas de los estados totalitarios y su reflejo en el quehacer de los artistas. La historia presenta a un creador, empeñado en hacer una escultura que exprese sus ideas y sentimientos, y a una Mano omnipresente y todopoderosa que, una y otra vez, censura su obra artística. El que la Mano sea responsable, a la larga, de la muerte del Artista, no es óbice para que, hipócritamente, sea también quien auspicie su funeral.
Muchos han visto en esta película de 17 minutos una anticipación de los trágicos sucesos de 1968, que cortaron abruptamente el florecimiento de las artes durante el período conocido como “ la Primavera de Praga” y una clara decisión de Trnka de expresar su postura ideológica. Un colega suyo cuenta que una vez le preguntó cómo era posible que le hubieran autorizado a filmar el guión de La mano y su respuesta fue: “Tal vez no se fijaron demasiado bien… o no eran muy inteligentes”.
Aqui dejo las dos partes de La mano:

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